NEGRAZO

NEGRAZO

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Capitulo 16










Félix despierta. Sale de la cama en bóxers, apuntando. Va a su baño y sonríe al mirarse al espejo.
--¡Hoy tengo que verlo¡
Se ilumina todo al pensar en Buli. Se baja el bóxers y se mete en la ducha. Acaricia su gorda verga. Pensar en Buli no le ayuda en nada a bajar su erección. Se masturbado pensando en la verga del negro que lo rompió por dentro, en el trozo que le vio a Buli. Sale de su cuarto al rato bien contento. Eso es algo que no le gusta nada a Justina. Lo fulmina con la mirada.
--¿en qué andás?
--nada... –balbucea nervioso.
Es muy dura con él.
--¡¡espero que no sea nada que vaya en contra de la promesa a tu mamá¡
--¡claro que no¡
Felix siente mucha culpa y bronca. No se atrever a mirar a los ojos a nadie, la foto de su madre lo atormenta. Le duele que su tía no pierda ocasión en mencionarle eso que tanto daño le hace, le duele que no lo dejen ser feliz.






Félix está triste. Le amarga su tía, le hace sentir mal. Sólo viendo a Buli se siente feliz. No atiende en las clases. Ya ha reprobado una materia por no presentar los deberes. Ignacio lo mira fijamente. “¿porqué no me los pediste a mí? –le pregunta con la mirada. Eso mismo se pregunta Félix pero es que, aunque le encanta tener sexo oral, está demasiado revolucionado por Buli. No le apetece estar con otro. No es sexo lo que busca, es amor. Félix entra en el bar. Entra ya nervioso. Reconoce a Buli incluso por la parte de atrás. El resto de sus amigos negros le parece igual pero Buli no. No reconoce al negro con el que ha perdido su virginidad pero sí a Buli incluso por la espalda porque Buli es alguien especial para él. Félix estaba poco animado pero todas sus hormonas se revolucionan al ver a Buli. Su sangre hierve. Le encanta ese negro.
--¡Qué guapo es¡ --dice para sí entre suspiros.
Buli le anima el día. Le gustaría tener algo con él pero se conforma con mirarlo a la distancia. Elige una mesa en un rincón para así poder ver a Buli, estar pendiente de todo lo que hace el negro de sus sueños pero qué éste no lo note. No quiere ser descarado. Está seguro que Buli es hetero y no se quiere meter en un lío. Le gusta sentir cuando Buli lo mira de reojo pero no le parece que a Buli le guste y es por eso quiere ser discreto. No quiere que Buli le vaya a hacer un escándalo. Le dolería porque le gusta mucho y además le da miedo que todos sepan que es gay. Además que Buli es un chico mayor que él, le gusta pero a la vez le asusta lo que está sintiendo. Le asusta la reacción que pueda tener Buli. Buli se levanta y Félix se pone cachondo. Está muy bueno, le gusta mucho verle de cuerpo entero.
--¡Este negro es impresionante¡ --dice para sí.
Félix se agarra su paquete que está endurecido, su verga quiere reventar el pantalón. No puede evitar pensar en el momento de más gozo de su vida. Mira hacia los amigos de Buli.
--¿y será uno de esos negros? –piensa.
Mira a Buli con amor pero también con deseo. Le gustaría vivir un momento sexual con Buli pero no sólo sexo. Se pone muy cachondo al imaginarse el cuerpo desnudo de ese guapo negro. Buli se ha levantado para saludar a un amigo que acaba de llegar. La sonrisa de Buli derrite a Félix. Le gusta. La blancura de los dientes de Buli resalta con su negra piel. Hace gestos a ese amigo para que agarre una silla y se siente con el grupo. Buli dice algo y no se sienta. Félix no se lo puede creer ¡¡Va al lavabo¡ Félix está muy revolucionado:
--¡con lo que me hizo sufrir la primera vez, con lo que me costó poder seguirlo y ahora se me da facilito¡ --dice para sí.
Félix se deja dominar por sus hormonas y lo sigue. Hay sólo dos urinarios. Buli lleva jeans, su culo se ve aplastado mientras está cara en el urinario con su verga en las manos. Esa imagen lo enciende aún más. Félix sabe que no podrá hacer pis. Félix se coloca a su lado. Buli lo mira de reojo. No le gusta ese chico. Lo ve un niño con las hormonas demasiado revolucionado que quiere experimentar con los negros. A Buli le molesta que le traten de una manera diferente por su color de piel. Buli cree que a Félix le atrae sólo por ser negro y eso es algo que no le perdona. Se pega mucho al urinario para que no se le ve nada. No se le ve ni la mano. Félix no tiene tiempo ni de sacársela, Buli no quiere hacer pis al lado de Félix y se la guarda enseguida. Félix siente un golpe que viene de Buli mientras este se sacude la verga, es como si Buli estuviera moviendo algo muy largo que golpea la cremallera del pantalón. Félix está ardiendo.
--¡tiene que tener una buena trompa¡ --dice Félix para sí ardiendo.
Buli no se lava las manos. Félix sabe que la otra vez sí lo hizo pero es que ahora Buli sí está seguro que Félix lo ha seguido y eso le molesta. Se va deprisa. Félix se da cuenta que Buli ha huido de él. Le da pena.
--Ahora sí ya no lo podré volver a seguir, no puedo ser tan descarado, la próxima seguro que se encierra en el wáter…
Está excitado y frustrado. Se coloca en el urinario de Buli y se saca la verga que la tiene muy gorda. Está excitado por ese ruido que ha oído, se imagina a Buli con un pene tan largo que hace ruido al moverlo.
--tiene un tesoro entre las piernas ¡qué pena que no me deje disfrutar de él¡
Félix se masturba en ese urinario en el que ha estado la verga de Buli.





Cuando Félix va a la escuela le entran ganas de hacer pis. Entra en el lavabo y cuando está más relajado ve que entra Ignacio. Félix lo ve molesto al ver que se va a poner a su lado.
--¿qué hacés? ¡No me sigas¡
--me estaba haciendo –miente Ignacio nervioso.
--¡eso no es cierto¡ ¡me estaba siguiendo¡
--bueno.. es que…
Ignacio no sabe qué decir. Se pone a su lado. No puede evitar echar una ojeada. Le ve a Félix la verga. Le encanta vérsela. Es de un tamaño normal pero a Ignacio le parece hermosa. Félix se pone nervioso.
--¡no me mirés la verga¡
--No te la estoy mirando, ya te la tengo muy vista –dice para hacerse el simpático.
Aunque aún no ha acabado, Félix se la guarda.
--¡no te hagas el vivo conmigo¡
A Ignacio le gusta mucho Félix, trata de tocarlo para que no se vaya pero Félix lo mira violento.
--¡te voy a romper la cara¡
Ignacio está asustado pero Félix le gusta demasiado como para no luchar por él.
--¡nadie nos está viendo ahora¡
Félix se lleva las manos a la cabeza para calmarse.
--LO sé, pero es que no me gusta que me sigas.
Félix va hacia la puerta, Ignacio lo va siguiendo
--me dejaste preocupado, ¿porqué no me pediste a mi los deberes?
Félix sólo piensa en dos cosas, en Buli y en esa gorda negra verga de la que disfrutó. No le apetece ahora volver a estar con Ignacio. Siente que ya no lo va a llenar como antes. Como no quiere que ni el propio Ignacio se dé cuenta que le gusta esa inapetencia que siente ahora le sirve para así.
--¡porque me da asco lo que me obligas a hacer, eres repugnante, no sé más adelante pero ahora prefiero reprobar que dejarme humillarme por ti¡
Félix escupe contra Ignacio toda la frustración que siente por tener que ocultar sus sentimientos, su amargura por su infelicidad en casa, por no estar con Buli. Se muestra duro e Ignacio acaba convencido que sí, que Félix es hetero. A Ignacio le duele la manera en la que lo trata Félix. No le gusta que le dé asco estar con él. Nunca le ha importado, simplemente se ha dedicado a disfrutar. Con otro chico le daba igual lo que sintiera pero no con Félix porque éste es especial. Félix se va sin decir nada, a Ignacio se le salen las lágrimas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario