NEGRAZO

NEGRAZO

sábado, 10 de septiembre de 2011

Capitulo 1





Es pleno verano, en un pequeño pueblo argentino, Félix es un guapo chico de 17 años que disfruta de sus vacaciones. Entra en el baño. Un hombre, diez años mayor que él, se está duchando. Félix va en calzoncillos. La ducha no tiene cortinas y Félix se pone cachondo al verlo desnudo. Lleva meses sin hacer nada y está caliente. El otro está concentrado en la ducha. Su cuerpo cubierto de jabón. El agua desliza por su torso, sus genitales. Félix se agarra el paquete. Está muy cachondo. Cierra la puerta con cerrojo. Se baja los bóxers, se mete en la ducha. Está ya apuntando. Abraza al hombre, entonces éste se aparta muy bruscamente. Se da la vuelta y lo mira con desprecio.
--¿¿qué haces, maricón? ¡¡¿no te das cuenta que estoy en bolas?¿¿cómo entras así?
Félix no entiende la reacción del hombre:
--Berto. primo, es que…
Alberto se muestra muy brusco con él. Lo trata con mucho desprecio. A Félix le duele que lo trate mal, que le llame maricón cuando siempre le ha dado toda la libertad del mundo de verlo desnudo, de entrar en su baño, de hacerle lo que quiera. A ambos les gusta mucho.
--¡¡Nada de Berto… ¡¡No vuelvas a hacer esto, si estás caliente no es mi culpa¡
Félix tiene una fuerte erección que trata de cubrir con sus manos. Sólo ha tenido sexo con su primo y hace ya casi un año de la última vez y lo necesita. Se siente frustrado y además le duele que lo trate mal.
--¡¡si necesitas un desahogo te pajeas y punto pero a mí no me molestes¡ ¡¡no seas maricón¡ --dice con desprecio.
Alberto siempre ha sido buena onda con él y no entiende porqué lo trata así.
--siempre me dejas entrar, ¿porqué dejaste la puerta abierta?
--¡¡porque no pensé que fueras tan maricona¡ ¿¿no ves qué me estoy por casar? No creí que fueras tan loco.
A Félix se le está bajando ya la erección. Se muestra tímido, agacha la cabeza. Le duele que su primo sea antipático con él. Además le gusta mucho su primo al que mira los genitales en movimiento. Eso lo tiene cachondillo.
--si pero es que creí que –murmura nervioso.
Alberto no le deja seguir. Lo mira con desprecio y tapándose con una toalla dice:
--¡yo no soy un maricón como tú¡
A Félix le duele que su primo le diga esas cosas y le parece injusto porque han hecho las mismas cosas. Habla nervioso pero le cuenta lo que siente:
--¡te la he mamado miles de veces y tú a mi ¡¡nos hemos bebido la leche el uno del otro¡
Alberto sale de la ducha.
--¡que te calles, eso no tiene nada que ver ahora¡ ¡¡yo no soy maricón¡
Félix siente que su primo lo ha utilizado cuando le ha interesado y ahora lo deja pero ni siquiera le da una explicación, lo está apartando de él y de muy mala manera. Félix le sigue reclamando, recordando que fue él quien lo comenzó todo.
--¡yo jamás me hubiera atrevido a tanto. Eres el sobrino de mi padrastro, eres como mi primo pero fuiste tú el que comenzaste a pajearme, yo aún no tenía 10 años cuando me animaste a que te pajeara… ¡¡desde que tengo 11 años nos la chupamos¡ ¡¡por ti supe que soy gay¡
A Alberto no le gusta la manera en la que el chico le está hablando. Es mayor que él, más fuerte y le quiere demostrar que es él quien domina la situación. Le agarra del cuello y lo estampa contra la pared. Es muy agresivo con él y a Félix le da miedo.
--¡¡no quiero que me mires y se le cuentas a alguien algo de lo que hemos hecho te mato maricón de mierda¡
Félix traga saliva asustado. Le duele el maltrato de su primo. Le encanta mamársela y que se la mame. Sólo lo ha hecho con su primo y le da pena que esto se acabe pero le da demasiado miedo que su entorno se entere. Es su secreto. Algo que le da miedo que descubra. Alberto se aprovecha del miedo de Félix para tenerlo dominado.
--Respecta la memoria de tu pobre madre, ella aún está caliente y tú sólo piensas en sexo, eres una basura…
Félix agacha la cabeza. Está triste. Le duele que le saquen ese tema.
--eso no es justo, no metas a mi mamá en eso.
Alberto se ha divertido con su primo todo lo que ha querido pero ahora lo que desea es alejarlo de él. No quiere que le meta en problemas, ya no lo necesita. Es muy despreciativo con él.
--Tu madre sabía que eras un mariconazo y como no quería esa vergüenza para la familia te hizo jurar en su lecho de muerto que no lo eras.
A Félix le duele que su mamá le hiciera prometerle eso. Quiere pensar que no fueron cosas suyas.
--Eso tuvo que ser la tía que vive amargada, ella le llenó la cabeza.
--¡¡cómo sea¡ ¡¡si tu familia sabe lo maricón que eres nadie te va a querer¡
Y ese es el gran miedo de Félix pero también le duele cómo Alberto se está portando con él. Y le reclama:
--Almenos yo no llevo una doble vida.
Alberto lo mira rabioso.
---no te metas conmigo así que no creo que quieras que yo le cuente algo a tu tía…
--te descubrirías…
--A Justina le doy igual yo, pero no va a permitir que seas maricon, es capaz de correr a tu familia, se quedarán en la calle ¡¡¿eso es lo que quieres? ¡¡así que calladita, bonita¡
Alberto suelta a Félix al que tiene levantado y agarrándolo por el cuello. Félix queda en el piso de la bañera muy triste. Llora.




Días después,, Félix está en la cama. Es una habitación con dos camas No suporta tener que dormir con su primo y que éste lo mire con desprecio. Ya no tener los derechos que antes le daba. Esa noche, sabe que Alberto ha salido con su tío. Los demás duermen. Y se masturba tranquilamente pensando en el cuerpo desnudo de su primo. Alberto entra de repente. Había escuchado los jadeos de su primo y ha entrado ya con el celular y le ha hecho fotos. Félix se sofoca por la situación comprometida, por las fotos que le ha sacado Alberto.
--¿¿cómo entras sin tocar? –dice jadeando.
No puede parar porque se está viniendo en ese momento. Siente mucha vergüenza por la manera en la que lo está mirando su primo que no deja de reír.
--¡verás cómo nos vamos a reír si cuelgo estas fotos en tu facebook¡
Félix se limpia sofocado.
--No me harías esto ¿no? Nos hemos pajeado muchas veces, hay confianza.
Se muestra nervioso. Alejandro agarra la billetera que se dejó y le dice divertido:
--si me molestas no sólo hablaré con tu familia sino que todo el mundo verá esas fotos.
Félix se sube los calzoncillos.
--ya me quedó claro, si me hubieras hablado pues no hubiera pasado nada. Si cada año me dejas pues yo no sabía que ahora no se podía…
Alejandro mira burlón a Félix y dice:
--tú sigue pajeándote que con lo tímido y reprimido que eres no vas a usarla para nada más.
Alejandro se va riendo y Félix se queda muy triste. Se abraza a su almohada y llora. Se siente solo y en el cajón de su la mesita de luz tiene guardada una foto de su mamá. La mira lloroso:
--¿porqué me hiciste promete eso?¿ tan horrible te parece que sea gay?





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