NEGRAZO

NEGRAZO

jueves, 15 de septiembre de 2011

Capitulo 15



Félix se encuentra con Buli en el bar y es en ese momento cuando lo tiene claro ¡Está enamorado¡ Félix pensaba que tal vez ahora que ya se lo había encontrado en el lavabo pues ya se le había quitado las ganas, que estaría más tranquilo.
--No podés seguir dos veces seguidas, es demasiado descarado –se va repitiendo.
Además Buli no es receptivo y no cree poder verle más de lo que ya lo vio pero es que esa mañana lo ve más guapo que nunca. Félix se derrite al entrar al bar y encontrarse con Buli. Lo tiene justo delante y le hechiza. Félix suspira.
--¡Cómo me ha enamorado este negrazo¡ --dice para sí.
Félix está muy excitado. Nunca había sentido amor pero lo reconoce, sabe que es lo que está sintiendo por Buli.
--¡Es muy guapo¡ --piensa Félix.
Félix está vibrando. Le gusta mucho Buli, lo ve más guapo que nunca. Nunca lo había visto tan frente a frente. Aunque han hecho pis juntos, pues no le veía bien la cara, tampoco se atrevía a mirar.
--¡¡Es guapísimo, es guapísmo¡
Son apenas unos segundos pero Félix ha quedado ya paralizado. Buli lo ha enloquecido. No puede dejar de mirarlo. Buli va hacia una máquina y Félix no puede dejar de mirarlo. El negro lo mira de reojo, varias veces. Le incomoda la insistente mirada de Félix. No le gusta. Félix se sienta en una mesa, va mirando a Buli que lo sigue mirando de reojo. Félix se pone muy nervioso porque se da cuenta que a Buli no le gusta que lo mire y no lo quiere molestar pero es que ese negro le gusta mucho y no lo puede evitar. No puede dejar de mirarlo.
--¡es el hombre que me gustaría tener en mi vida –dice para sí suspirando.
Félix está deseando que vaya al lavabo, poder estar de nuevo a su lado.
--Se vería demasiado descarado y tampoco tiene sentido arriesgarme –se va diciendo.
Además que ese guapo negro le gusta en serio. Le gusta mucho. Le gustaría tener algo con él, no sólo verle la verga. Ni siquiera un simple polvo. Por un lado le hubiera gustado que Buli fuera el primero pero no sí después no se vuelven a ver.
--además si no se la vi el primer día pues es difícil que se la vea otra día. No quiero que piense que soy un pervertido –se va diciendo—además no quiero que crea que sólo pienso en eso.
Buli se va tocando la cabeza. Es un gesto nervioso. No le gusta la intensa mirada de Félix clavada en su cuerpo, le incomoda. Lleva unos jeans caídos no se le marca bien el culo pero a Félix le excita mucho. Buli se sienta en una mesa con sus amigos. Félix se da cuenta de un anillo plateado que lleva. Félix siente celos.
--¡Debe tener pareja, seguro que novia¡ ¡¡no es gay¡ --dice para sí.
A Félix le frustra pensar que jamás podrá tener nada con ese chico. Se fija en el anillo:
--Que casualidad –va pensando—mi mamá le regaló un anillo igual a Rafael. Lástima que lo haya perdido.
Ahora a Félix le gustaría llevar ese mismo anillo que tiene Buli. Félix se conforma con mirarlo de lejos, almenos así puede gozar de su belleza. Todo y que le gustó desde el primer día, la pasión de Félix hacia Buli aumenta día a día, ahora lo tiene claro. Es amor. Se ha enamorado por primera vez. Félix sonríe. Le gusta estar enamorado, también le da miedo. No quiere que nadie se dé cuenta que ama a un hombre, además está seguro que es un amor imposible y eso lo tiene mal. Le duele demasiado.




En ese mismo momento, Rafael está en su oficina. Sale porque escucha la voz de León. Le gusta el adolescente y quiere verlo. León está revisando las direcciones de los documentos que tiene que entregar. Culo en pompa de León. Mucho rato y Rafael se pega a él. Habla con la recepcionista pero sus ojos están clavados en el culo de León. Se le ven mucho la goma de los calzoncillos. Le gusta las arrugas que se le hacen al caminar. El padre de León se acerca y Rafael, no quiere tener problemas con el padre de ese menor, va al lavabo. Está un rato. Se lava la cara. Está sofocado. León le gusta mucho.
--¡tengo que tener algo con él, soy su jefe¡ ¡¡lo puedo obligar¡
Le excita mucho la posibilidad de tener sexo aunque sea a la fuerza pero lo retiene el escándalo que se puede hacer si León lo acusa.
--No arriesgaría su puesto de trabajo pero yo tampoco puedo arriesgar el mío.
Al salir del lavabo, se topa justo con León que entraba en ese momento. Rafael tiene que hacer un esfuerzo para que no se le note la rabia que siente, le encanta el chico y le hubiera encantado coincidir con él.
--¿¡porqué no ha venido antes? –dice para sí.
Rafael le sostiene la puerta, el adolescente pasa:
--gracias.
Rafael no dice nada porque se queda hechizado por el culo de León. Iba a irse pero piensa:
--¡soy el dueño de la empresa, puedo hacer lo que se me pegue la gana, este niño ya se cuidará de ir con chismes¡
Rafael entra,
--Ahora que te veo…
León está en el urinario, Rafael se pega a él. Le inventa recados para que León tenga que ir a su despacho y también para estar a su lado con la esperanza de verle algo. León se pone muy nervioso. Está muy pegado y no se le ve ni la mano pero a Rafael le excita verlo así. León no logra hacer pis porque le pone nervioso la mirada de ese hombre. Es mucho mayor que él y es el gran jefe. No puede pensar que lo que quiere es verle la verga aunque le parezca. Se siente incómodo. Se guarda la verga sin hacer pis.
--Luego lo veo, señor –dice yéndose.
Rafael está excitado y frustrado:
--¡me lo tengo que chingar¡
Rafael necesita echar un polvo. Toma su celular.



Félix está pendiente de Buli en el bar, ve que recibe una llamada que pone muy feliz a Buli. A Buli se le ilumina el rostro al saber que es Rafael quien lo llama.
--¡sabía que te ibas a acordar¡ --dice mientras toma la llamada.
Buli va saliendo del bar. Félix siente celos.
--¿con quién llamará que está tan contento? –dice para sí –seguro que es su novia, que a gusto se lo debe tirar esa guarra.

Pero quien se lo tira es Rafael. Quedan al rato. Buli esperaba una velada romántica pero Rafael sólo piensa en hacer el amor.
--sabía que hoy no me ibas a fallar…
Rafael se le está chupando a Buli y no le hace caso. Buli besa su anillo, precisamente hace años de la fecha en la que Rafael se lo regaló. Fue un momento especial para Buli y cree que Rafael lo recuerda, que le regaló ese anillo como símbolo de compromiso. En realidad Rafael lo tenía en el bolsillo porque lo quería tirar y Buli pensó otra cosa. Rafael no se lo aclaró porque se daba cuenta que Buli se estaba alejando de él. Ese anillo lleva su nombre gravado y Rafael muchas veces se lo ha querido robar pero Buli lo protege casi con su vida, es el símbolo de su amor. Rafael no quiere más en esos momentos que acostarse con Buli. Buli lo ama y lo desea. Hacen furiosamente el amor. Rafael se desahoga. Se levanta enseguida.
--¿ya te vas? –Buli queriendo disfrutar de él.
--Tengo trabajo –dice muy frío.
A Buli le duele que sea así pero está seguro que es su manera de amar.

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