NEGRAZO

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sábado, 10 de septiembre de 2011

Capitulo 5







Justina es muy dura con su sobrino. Félix siente que lo odia. No se siente querido. Está rodeado de lujos pero es muy infeliz. Tiene la mano en el cachete que le ha golpeado su tía. Quisiera enfrentarla, decirle que ya no es un niño y que no vuelva a golpearlo pero la mirada de Justina es muy dura. Félix le tiene terror a su oscura tía. No es capaz de mirarla a los ojos. No puede evitar llorar. Justina es muy violenta con él. Le agarra la mano para que no se toque la cara. Con la otra le levanta la mirada para que la mire a los ojos. Algo que a Félix le asusta mucho. Justina lo suelta de la mano y lo vuelve a golpear. Félix se lleva de nuevo la mano al cachete y la mira casi en shock.
--¿y ahora porqué me pegás? ¿es que te gusta maltratarme?
Félix habla balbuceando, casi no le sale la voz porque le asusta mucho su tía. Le gustaría decirle que no es justo que quiera que todos estén amargados porque ella esté amargada.
--¡¡porque eres un hombre y los hombres no lloran¡ ¡¡es que tu madre ya sabía que eras una nenita, pero yo te voy a llevar por el buen camino aunque sea a palos¡
Félix mira a su tía con mucho dolor, rencor y miedo. Justina siente que ella hace lo correcto, que su rigidez llevará a su familia en el buen camino. Se muestra muy dura.
--no me mires así, a veces las malas compañías hacen mucho y bueno es mejor prevenir. No debes tomar drogar, emborracharte, robar, ser homosexual..
--Ni que fuera lo mismo –murmura.
La mirada de Justina llena de reproche hace que casi se desmaye. Le asusta mucho:
--¿¡¡Que dijiste?¡
Félix no tiene valor para enfrentar que es gay ni siquiera para reclamar a su tía que sea tan homófoba. Agacha la mirada y dice:
--Nada…
La voz tímida y floja de Félix resalta con el tono brusco y agresivo de Justina:
--¡mejor, además en tu caso sería peor porque lo prometiste por la Santa memoria de tu mamá y eso no te lo voy a permitir¡ ¡Eso nunca debes olvidarlo¡
Félix se siente culpable, siente que le está faltando a su madre pero no puede evitar ser como es.
--me lo recuerdas siempre.
--¡yo lo seguiré haciendo hasta que llenes la casa de nietos¡
Félix no soporta el rencor de su tía. Va hacia su cuarto. Justina lo llama.
--¡no te vayas, no subas a tu cuarto sin mi permiso¡
Félix no se atreve a enfrentarse a su tía pero siente que si se queda por más tiempo con ella se va a delatar. Está muy nervioso pero no se da vuelta. Los gritos de Justina casi lo tiran pero él se encierra en su cuarto. Justina se muere de la rabia.
--¡Este niño es muy rebelde¡ ¡¡yo lo voy a enderezar¡
Rafael se acerca a su cuñada.
--¿¿qué pasa?¿qué son esos gritos?
A Justina le gusta mucho mantenerse firme, dura cuando está con su cuñada. Le tiembla toda, le hace sentir mejor. Lo desnuda con la mirada pero nunca nadie se dio cuenta de eso.
--¿te ocurre algo?
Justina tose. No quiere olvidar su puse dura, no quiere que se note que desee a ese hombre.
--¡Félix es demasiado rebelde, no me hace caso¡
--es que eres demasiado dura con él.
--¡claro como se nota que es mi sangre no la tuya¡ ¡¡a mí sí me preocupa él¡
Justina intimida a todo el mundo. Además Rafael no quiere renunciar a la posición que tienen con ella.
--Haz lo que quieras.
Rafael se aleja mientras que Justina, con su puse dura y fría, lucha por no derretirse ante el trasero de su cuñado que mira con ojos libidinosos.

Félix se tumba en su cama. Llora, golpea la cama. Está harto de los acosos de su tía. Se siente feliz por lo bien que se lo ha pasado con Ignacio pero siente que todos están en su contra, que ese secreto es algo muy terrible. Esto le crea sentimientos encontrados. Le gusta lo que hace con Ignacio pero a la vez siente que está mal. Igual aunque se tenga que ocultar, Félix no quiere ni puede renunciar a sus instintos.

Aunque le da miedo, aunque siente que es algo prohibido, A Félix le encanta comer vergas y que se la coman. Ignacio es muy buena opción porque además le hace los deberes. Durante los días siguientes tiene lo que quiere todos los días. Luego al llegar a su casa se encuentra con la mirada desafiante de su tía. Félix siente como si ella supiera lo que está haciendo y se lo reclamara. Justina siempre se las arregla para meter en la conversación a su hermana y la promesa que le hizo Félix. Eso hace que el chico se acueste todas las noches llorando y no pueda disfrutar de su sexualidad pero igual no puede controlar sus hormonas y al día siguiente de nuevo está gozando de la verga de Ignacio mientras que Ignacio lo hace de la de él.










Ignacio está viviendo los mejores de su vida. Félix es el chico más guapo que ha visto en su vida y además lo deja disfrutar de su cuerpo. Nunca un chico ha ido a verlo tantas veces. Ignacio siente que Félix es distinto a los demás. Lo ve demasiado guapo para él pero lo siente receptivo. Félix e Ignacio conocen sus vergas perfectamente pero nunca han hablando. Fuera de eso, Félix se muestra frío. No permite que Ignacio se le acerque. Ignacio está enganchando con Félix siente que tiene que aclarar las cosas con él. De entrada se conformaba con lo que le daba pero en realidad busca algo más. Se está comenzando a enamorar. Sabe que no puede acercarse a él si hay gente pero en un momento que ve que va al lavabo se aprovecha y va con él. Simón se pone nervioso al ver a Ignacio a su lado. Félix se muestra brusco, le cuesta mucho disimular que le gusta chupar la verga de Ignacio. Ignacio está muy nervioso. No sabe cómo acercarse a él, a Ignacio se le van los ojos tras la verga de Félix. Le gusta mucho verlo haciendo pis, ver esa verga entre las manos. Félix lo mira con desprecio.
--¿¿qué hacés? Si me la conocés de sobra…
Félix se la sacude e Ignacio está muy caliente.
--¿nos vemos esta tarde?
Félix se muestra muy frio.
--¡ya sabes que sí¡
A Ignacio le calienta mucho ver como Félix se guarda esa hermosa parte. Se abrocha los pantalones. Ignacio tiene ganas de lanzarse sobre él.
--¿y no me darías un adelanto ahora?
Félix lo mira con rabia:
--¿¿¡quieres que te parte la cara? ¡¡no ves que puede ven ir alguien¡ ¡¡no me vuelvas a mirar¡
Félix va hacia la puerta e Ignacio lo mira con deseo.
--¡que bueno está¡ -piensa.
Félix es muy guapo. Ignacio no puede creer que pueda disfrutar de ese cuerpo todos los días. Tiene miedo de estropear las cosas pero quiere comprobar si es posible un paso más. Antes que Félix salga del baño le dice nervioso:
--¿¿porqué no vamos un día a tomar algo?
Félix no es un chico violento pero tiene demasiado miedo a su familia. Mucha rabia contenida por el maltrato de su tía y descarga esa rabia contra Ignacio. Lo agarra del cuello y lo estampa contra la pared.
--¿¿pero qué decís? ¡¡¿Cómo te atreves? ¿¿¡Qué te has creído que soy?¡

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