NEGRAZO

NEGRAZO

martes, 27 de septiembre de 2011

Capitulo 25








Buli y Félix, los dos desnudos, Félix tirado en el piso. Buli gritando. Félix está muerto de miedo. La noche anterior vivió un sueño, no puede creer que se haya convertido en pesadilla, no puede creer que en serio Buli no recuerde lo que pasó. Buli está como loco, siente que Félix se ha aprovechado de él y eso le da rabia. Lo que más le duele es sentir que a Félix no le importa él sino su color de piel, que es lo que le da morbo.
--¡yo me conozco y sé que cuando bebo no se me levanta¡
Señala rabioso el preservativo con semen que hay tirado en el piso.
--¡esto no puede ser mío¡
Félix se levanta asustado. Mira a ese hombre que le ha hecho vivir el momento más feliz de su vida con lágrimas en los ojos.
--no puede ser que no te acuerdes de la noche que pasamos.
Félix solloza, tiembla. Casi no le sale la voz. Buli lo tumba al piso de un puñetazo.
--¡me has violado¡
Félix llora desde el piso.
--¡tú querías¡
Buli es puro odio:
--¡yo soy activo¡
--querías, te juro que querías… --dice nervioso.
Buli agarra del cuello a Félix. Lo tumba en la cama. Lo empieza a golpear.
--¡defiéndete¡
Pero Félix no quiere golpear a Buli, tampoco tendría chance porque Buli es mayor que él y muy corpulento. Félix llora, suplica.
--¡pará basta¡

Buli siente mucha bronca dentro de él, necesita descargar toda su rabia. Va golpeando a Félix. Éste se tapa la cara con las manos. De repente Buli deja de golpearlo, Félix está tan asustado y sigue con las manos en el rostro. No ve que de repente, Buli se ha comenzado a masturbar. Necesita desahogarse y esa es la mejor manera. Se levanta, busca un preservativo. Todo es muy rápido. Félix está tumbado en la cama, desnudo, boca arriba, se tapa la cara, no se da cuenta que Buli está a punto de apuñarlo. Buli le abre las piernas y se clava en él con rabia, con toda la brutalidad de la que es capaz. Atraviesa a Félix con su verga como si lo hiciera con un puñal. Es un bruto y a Félix le hace daño. No lo ha lubricado antes, le ha tomado de sorpresa. Félix grita. Le duele mucho. Félix se retuerce del dolor y Buli disfruta. Le da con ganas, quiere descargarse pero lastimando a Félix, no quiere que sienta placer al acostarse con él. A Félix le duele mucho pero se lo calla porque le gusta mucho Buli, porque lo quiere complacer, porque ya no podrá decir que lo ha violado. Además ahora sí se ha acostado con Buli de una manera completa aunque no lo esté disfrutando mucho. Félix agarra la almohada para morder porque le duele mucho. No puede más y le suplica:
--No tan rápido, me duele mucho.
Buli es muy violento:
--¡te jodes¡ ¡habértelo pensando antes¡
Félix no logra sentir placer y eso es un triunfo para Buli que si goza, es justo lo que quería. Buli explota, le tira a Félix el condón con su leche a la cara. Es muy despreciativo.
--¡ahora largo¡
Félix está conmocionado. Le excita que la leche de Buli esté en su cara, le gusta ver la verga de Buli en todo su esplendor. Es bastante más pequeña que la de él y eso le decepciona mucho. Le duele que las cosas no son como él hubiera querido pero le gusta mucho Buli y le ha gustado estar con él. Buli le tira la ropa a la cara.
--¡lárgate, ya te he dado lo que buscabas¡
Félix se levanta, su cara manchada de semen. Se limpia con un calcetín de Buli. El negro es muy violento.
--¡que te largues o te vas en bolas de mi casa¡ ¡¡no quiero que mis compañeros de piso te vean¡
Félix se viste desconcertado. Buli está desnudo y no puede evitar mirarlo. Le gusta mucho. Buli le responde con odio:
--¡me das asco, eres una basura, un pervertido¡
Buli es el chico que más le ha gustado y le duelen sus palabras.
--Esto no es justo –solloza Félix mientras se pone los pantalones.
Buli siente mucha bronca con su ruptura con Rafael y se la cobra a Félix. No imagina que es el hijastro de ese hombre que tanto daño le ha hecho.
--¡tú sólo querías hacerlo con un negro, pues ya lo has hecho, ahora no quiero verte más¡
Aunque no le sostiene la mirada, aunque habla atropelladamente, Félix dice:
--Yo me quería acostar contigo, me da igual que seas negro. Me daba morbo hacerlo con un negro –señala el cuarto de al lado—tu amigo me estrenó. Si lo viera no lo reconocería, contigo es diferente.
Félix quiere que Buli sienta que para él es especial pero Buli está demasiado dolido:
--¡pues ya lo has hecho conmigo, ahora ni me mires, ni te me acerques¡ ¡¡si me ves ni me conoces¡
Félix está muy herido. Le duele mucho las palabras de Buli. Le excita la desnudez de Buli pero le da rabia como lo trata. No necesita que lo eche. Se va a medio vestir, en el ascensor llora. Buli empieza a dar puñetazos a la pared. No le gusta como se está comportando pero siente demasiado bronca.









Félix ha caído del cielo al infierno. Llega a su casa muy triste. No le importa ya nada. Justina lo está esperando con una vara.
--¡¿de dónde vienes? ¿¡Quién te has creído que eres?¡
Félix mira a su tía lloroso. Ya le da igual todo.
--¡no llorés, maricón¡
Justina le da con la vara en toda la cara. Félix cae en el piso y Justina le empieza a golpear con rabia. Félix está tan mal por lo que pasó con Buli que no dice nada, está solo con su tía. Sin dejar de golpearlo, ésta dice:
--¡si le dices a tu viejo se me van de la casa¡
Félix llora y eso enciende la ira de Justina que le da duro. Es finalmente uno de los empleados quien detiene a su cruel patrona.
--¡lo va a matar¡
Félix queda en el piso, ensangrentado, llorando. Se siente morir. No le han dolido los golpes de su tía sino las palabras de Buli. El empleado es corrido pero almenos Justina deja de golpear a Félix. Igual no permite que nadie lo ayude, a Félix le cuesta mucho volver a su cuarto. Justina lo cierra con llave. Lo deja castigado, come solo pan y agua.
Félix se deja dominar triste. Está así durante días. Hasta que Rafael vuelve de su supuesto viaje. Justina irrumpe en el cuarto de Félix que la mira con terror.
--¡hoy vuelve tu padre, te duchas y te olvidas de lo que ha pasado, si le cuentas algo vas a desear no haber nacido¡
A Félix le da ya igual todo, Buli, Justina. Todos le dan odio y ya Félix siente que no quiere nada, sólo sobrevivir.

Rafael se encuentra con un Félix con la mirada muerta y muy triste y con heridas de golpes.
--¿qué te pasó?
--entrenando con el equipo –dice nervioso ante la atenta mirada de la perversa Justina.
--Es que este niño es un torpe, pero ya lo borré del equipo –dice Justina.
Justina se desvive con Rafael, lo acompaña a su cuarto. Le va hablando. Félix siente la mirada amenazante de su tía y eso lo llena de terror.

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