NEGRAZO

NEGRAZO

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Capítulo 14




Félix se ha masturbado en el mismo urinario en el que ha estado la verga del guapo Buli. Ya le conoce el tamaño y se la ha visto un poco. Va a lavarse las manos con los pantalones desabrochados. Sonríe en el espejo. Está contento. Aunque no ha pasado nada en especial está muy revolucionado. No deja de sonreír. No puede creer lo que le ha pasado.
--¡por fin me pasa algo interesante¡ --dice mirando al espejo.
Le hubiera gustado que pasara algo más pero almenos se ha quitado la espinita porque tenía muchas ganas de coincidir con Buli en el lavabo. No ha logrado todo lo que quería pero está contento.

Rafael está también muy contento. León le encanta. Lleva unos jeans muy estrechos le gusta ver como se mueve. Ese gran bulto que se le ve en la entrepierna. Rafael está de salida pero se entretiene un poco para disfrutar más de la anatomía del adolescente. León está en la puerta de la empresa. Acaba de llegar de hacer un recado. En la puerta se encuentra con un amigo. De su edad y negro. León habla muy cariñoso con su amigo. Le toca la cabeza. Rafael está cachondo.
--¿y ya chingarán?¿o sólo se comerán la verga? –va pensando.
Los dos amigos se despiden con un abrazo. Rafael está ardiendo. León entra. Está despeinado, va directo al lavabo. A Rafael le gusta ese chico. Camina de una manera seductora. Tiene un buen culo. Le gustan las arrugas que se le hacen son muy sexys. Rafael se coloca en el urinario al lado de León. No puede ocultar su pasión y León se siente incómodo. Lo mira. A Rafael le encanta sentir la mirada del adolescente. León no acaba de hacer pis. Se la guarda enseguida. Y eso que Rafael le va hablando para que no se vaya. Quiere vérsela pero sólo le ve la mano. A León no le gusta la situación.
--Es que ya se me hizo tarde. ¿no tiene nada importante que contarme no?
Ya que ha salido del urinario no, no lo quiere forzar.
--No, te podés ir.
Rafael está desnudando al adolescente con la mirada. Éste se siente molesto pero no se atreve ni a imaginar que el presidente de la empresa en la que trabajan tanto él como su padre lo desea. Rafael está muy sofocado.
--¡Me lo tengo que chingar¡ ¡¡me tengo que chingar a ese niño¡
Está muy caliente. Necesita descargar. Decide ir a lo fácil. Agarra su celular y pone un mensaje: "¡quiero verte ya¡" Es una orden. Ya sabe el lugar. Buli recibe el mensaje con sentimientos encontrados. Está llegando a su casa. Ama a Rafael y le gusta acostarte con él pero le da rabia que lo maneje a su antojo. Se siente usado. Él ha tratado de hablar con su amante pero éste lo ha ignorado. Eso tiene dolido al guapo negro.
--¿¿y ahora me habla porque está caliente y quiere chingar?¡ ¡¡qué se ha creído que soy¡
Quisiera ignorar el mensaje pero no puede, Rafael le gusta demasiado. No puede renunciar a él.

Félix llega a su casa. Nada más acercarse ya le pone de mal humor porque está demasiado contento y teme que se le note. Decide ir por la puerta de atrás, así evita encontrarse frente a frente con su tía pero Justina no tiene otra cosa que hacer que estar al pendiente. Félix está saliendo de la cocina. Se queda pálido al ver a Justina. Lo mira con dureza.
--¿Porque entrás por la cocina?
--Es que tenía hambre –Félix nervioso.
--¡Espero que sea eso y no porque tenés algo que ocultar porque a mí me podés engañar pero a tu mamá no, ella ve todo lo que hace. Ella debe estar sufriendo si ve que no cumples tu promesa¡
Justina siempre logra amargar a Félix, ponerlo triste y que acabe encerrado en su cuarto llorando.


En ese mismo momento, Buli cae en la cama desnudo después de explotar en el interior de Rafael. Está feliz. Le encanta esos momentos. Rafael pero no le deja disfrutar. Se levanta totalmente desnudo y se empieza a vestir con prisa.
--No te vayas –le suplica Buli desnudo en la cama.
Rafael ya ha obtenido del apuesto negro lo que quería. No le interesa nada más.
--Me tengo que ir –dice abrochándose los pantalones.
--¡pero es que a mi me gusta más quedarme tranquilo, saboreando el momento que hemos vivido¡
Rafael desde la puerta le dice:
--perfecto, quedate todo el tiempo que querás saboreando este rico polvo que hemos echado.
Rafael lo deja solo y triste. Para Buli no ha sido un simple polvo y le duele que Rafael lo vea de esa manera. Se queda frustrado, furioso. Golpea la cama con rabia y dolor. Está enojado con él mismo por haberse dejado utilizar una vez más pero aunque quisiera acabar con esta relación no podría porque Rafael es su vida.

Rafael llega a la mansión por la cocina porque no está seguro de poder ocultar su sonrisa de satisfacción ante Justina pero su cuñada está ahí. Mirándolo con dureza, con amargura.
--pero ¿qué les ha dado a los hombres de esta casa por entrar por la cocina?
Rafael sonríe y le da un beso en la mejilla a su cuñada:
--es para no molestarte.
Y Justina se queda derretida por el beso y no es capaz de decir nada.

Comienza un nuevo día. Félix está llegando a la escuela. Ignacio lo llama desde lejos. Félix no quiere que nadie lo relacione con él. Se acerca al muchacho furioso. Es temprano y no ve a nadie conocido. Agarra del brazo a Ignacio y se lo lleva a un rincón.
--¡pero te he dicho mil veces que no me hables¡ ¡¡no me dirijas las palabras¡ ¡¡no quiero que la gente crea que soy como tú¡
Félix no es alguien violento pero le da miedo que todos sepan de su sexualidad, también le avergüenza lo que hace con Ignacio pero no lo puede frenar porque aunque no le gusta el muchacho sí le gusta su verga, sí le gusta las cosas que se hacen. Ignacio le da el trabajo algo tímido.
--¿es que te lo dejaste?
Pero Félix no lo quiere agarrar:
--Como me das esto? Y si nos ve alguien? En la tarde me lo llevo.
--Creí que era urgente.
Félix no quiere que Ignacio se dé cuenta que todo era un truco para comerle la verga.
--¡Es que me ponés nervioso, es porque no sé hacer los trabajos pero me da asco lo que me obligas a hacer y no quiero que nadie se entere¡
A Ignacio le da pena la manera en la que lo trata Félix pero nunca estuvo con un chico tan guapo y no quiere dejar de disfrutar de él.
--¡dejamelo en el lavabo, yo voy ahora¡ ¡¡pero vos no te esperés¡ ¡¡me hacés los deberes y quedamos en la tarde como siempre¡
Ignacio se va corriendo. Félix va tranquilo. No necesita el trabajo. En lo único que está pendiente es en Buli. La llegada de la hora del recreo se le hace eterna. Va corriendo para ver a Buli. Y es que el negro lo tiene totalmente enamorado. Félix pensaba que ahora que ahora que ya se han encontrado en el lavabo pues estaría más relajado pero está igual. No se ha sacado las ganas de él, de volver a seguirlo en el lavabo aunque sabe que sería demasiado descarado y que no debe hacerlo. Entra en el bar y se encuentra cara a cara con él. Se deslumbra.

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