NEGRAZO

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martes, 27 de septiembre de 2011

Capitulo 20






A Félix le incomoda la presencia de Álex, tener que hacer como si nada. No tiene bastante con Ignacio ahora tiene otro. Se la pasó bien con él pero ahora no le gusta que Álex haga como si nada. Por otro lado, Félix tiene miedo de hacer algo que desvele ante todos su homosexualidad. Le molesta ver a Álex burlándose de Ignacio cuando el problema es que Álex envidia la libertad de Ignacio, que no se esconda. A Félix Álex le parece un falso. No le gusta ser como él pero tampoco quiere que se vayan a burlar de él. Después de la clase de deporte, juegan a basket, Félix se encuentra desnudo en las duchas con sus compañeros. Ignacio no entra porque se burlan de él. A Félix le da miedo que un día su cuerpo le traicione al estar en entre tantas vergas. Álex y un amigo de éste están junto a Félix. Los tres desnudos en duchas continuas. Félix se siente un poco nervioso porque no le gusta tener que hacer como si nada después de haberse acostado con uno de esos chicos. Félix va a agarrar su toalla pero Álex, mientras llena su cuerpo de jabón y sin ni mirarlo, le dice:
--No te vayás, quiero hablar contigo. Cuando todos se hayan ido.
Félix traga saliva. Está entre dos de sus compañeros desnudos. Félix mira de reojo al otro que hace como si no estuviera . Ellos son los últimos en quedar en el vestuario. Aunque no deja de pensar en Buli, en el negro que lo desvirgó, a Félix le gustó estar con Álex y le pone nervioso estar desnudo con él y con otro chico. Es algo que lo calienta. Salen los tres juntos desnudos. Álex le dice a su amigo:
--Chipola, asegúrate que no quede nadie.
El otro obedece. Félix se queda desnudo ante Álex a la expectativa. Álex le guiña el ojo. Félix es muy atractivo, con diferencia el más guapo de los tres. Álex y Chipola se miran con complicidad. A los dos les gusta mucho el cuerpo desnudo de Félix. Se la van a pasar muy bien con él. Álex se empieza a vestir, Félix también se pone los calzoncillos. Álex lo va mirando de reojo, le gusta cómo se va moviendo la verga de Félix.
--vamos a mi casa y nos divertimos los tres –dice Álex.
Félix mira a Chipola sorprendido:
--¿él también?
Son precisamente Álex y Chipola los que más se meten con Ignacio y resulta que tienen los mismo gustos que él. Eso es algo que no le gusta nada a Félix. Él se oculta pero no se burla de los demás.
--Si, verás que bien lo pasaremos. Poder disfrutar de dos vergas diferentes es de lo mejor –dice Chipola.
A Félix aún le sorprende la propuesta. Es algo que no esperaba pero le ha calentado estar desnudo con esos dos amigos. Tiene ya sus necesidades sexuales y sabe que no va a ser Buli quien se las satisfaga. Aunque estar con algo no fue tan bueno como estar con ese negro, aunque no le da morbo estar con Álex como con un negro eso de hacerlo con sus dos compañeros se le hacen atrayente.
--¿Nunca lo has hecho con dos chicos a la vez? –pregunta Álex divertido.
--No –dice Félix tímido.
--Tranquilo, te gustará. Puedes ser activo y pasivo a la vez, es genial –dice Chipola.
Después de haber compartido esa ducha, Félix se deja llevar.
--pero, ¿y después?
Si ya le costaba disimular con Ignacio, luego con Álex ahora sólo le falta Chipola.
--Es sólo diversión entre amigos. No pasa nada, nadie se va a enterar. Luego pues tan amigos. No hacemos nada de malo. Mejor entre nosotros que con el tarado de Ignacio.
--sí, hacer algo con él sí es de desesperados –Chipola.
Y ahora Félix tiene ya claro porque esos dos sabían perfectamente los intercambios que realizaba Ignacio pero no quiere juzgar a sus compañeros. Están solos y esa diversión le apetece.


Rafael está en su empresa. Todo él vibra al ver un nombre escrito en una tarjeta: Rudy Toledo. Siente que el corazón se le va a salir del pecho. Se levanta de su butaca, abre la puerta y con la tarjeta en la mano dice:
--¿Este hombre me quiere ver? ¿¡dónde está?¡
Alguien se levanta. Es un hombre de su misma edad.
--Hola Rafael.
A Rafael le brillan los ojos. Los dos hombres están muy contentos de verse. Se darían un fuerte abrazo, tienen ganas de besarse. Tiene que hacer un esfuerzo en disimular, en especial Rafael. Rudy no se preocupa mucho de lo que piense los demás.
--vení, pasá a mi despacho.
Rafael le cede el paso a Rudy, aprovecha para mirarle el trasero. Ese hombre le gusta mucho. Se ha divertido con un negro más joven que él como Buli, un adolescente como León pero ese hombre es algo especial para Rafael. Se quedan los dos en el despacho, Rafael echa el cerrojo.
--vaya, si te encierras con todos tus clientes alguno puede pensar mal –dice Rudy divertido.
Rafael le da un fuerte abrazo.
--Te he echado de menos.
Los dos vibran el uno en brazos del otro. Rafael se da cuenta que sigue sintiendo lo mismo por Rudy que el primer día. Busca sus labios para besarlo pero Rudy le pone los dedos en medio. Se aparta de él.
--No viene a buscar esto, tengo una pequeña empresa y quiero que me hagas publicidad.
--No me vengas con esto, pudiste ir a otro sitio.
Los dos están muy emocionados al verse.
--¿Cuánto tiempo hace que no nos vemos?¿10 años?
--Así es, hasta que me cansé de ser sólo tu amante, de ser uno más, que tú te acuestes con todos.
--Pero sabes que sólo me enamoré a ti. Aunque teníamos 14 años no se me olvidó que nuestra primera experiencia sexual fue juntos, a ti ha sido al único al que me amado.
--pero no el único, me amas pero me ocultas y te acuestas con otros. No es lo que yo quiero.
Rafael le pone la mano en la mejilla.
--Pero es en serio que te amo, ¿o es que tienes a otro?
--No, no tengo a nadie pero…
Y Rafael no se lo piensa, le da un beso. Es un beso robado al que Rudy responde. No puede evitarlo. Se besan ardientemente. Y Rafael se emociona.
--¡me amas, aún me amas¡
Rafael está acostumbrado a que Rudy se acueste con él cada vez que lo ve y Rudy después se siente utilizado. Se ha prometido así mismo que esto no volvería a pasar, quiere irse pero Rafael le agarra de la mano.
--No te vayas –le suplica.
Rudy se echa en los brazos de ese hombre y Rafael se deja lanzar sobre la mesa. Rafael se baja la ropa mientras que Rudy se saca la verga y se clava en Rafael. Ambos se retuercen de placer. Siempre que se ven se sienten como si fueran esos mismos adolescentes que descubrieron el amor por primera vez. Es un polvo rápido. Mientras Rudy se abrocha los pantalones y Rafael se sube la ropa. Se miran de una manera especial. Rudy tiene miedo.

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