sábado, 10 de septiembre de 2011

Capitulo 3


Victorio D'Alessandro como el guapo compañero de Simóm

Félix comienza con sus clases. Nada más entrar se da cuenta que sus compañeros se están metiendo con un chico tímido que pasa por su lado y no les dice nada.
--pobre pibe, ya déjenlo… --se queja Félix.
Un chico muy guapo que revoluciona las hormonas a Félix dice:
--es un marica de mierda.
A Félix le molesta la manera tan despectiva en la que ese chico tan guapo habla de los gays y como todos le ríen la supuesta gracia.
--eso no es asunto nuestro, qué haga lo que quiera.
--¿¿qué pasa es que ahora eras amigo de los maricas? –pregunta el guapo con desprecio.
Félix se pone nervioso. Le molesta que se ría de ese chico por ser gay pero tampoco se anima a defenderlo por miedo a que se den cuenta que él también es gay.
--No es eso, es que no nos hace nada, ¿¿qué más nos da?
Todos van insultando al otro chico:
--El tal Nacho es tan marica que te hace los deberes si dejas que te coma la verga y los trabajos si se la comes tú --dice otro.
Todos se muestran muy ofendidos pero Félix, aunque lo excita no quiere que nadie se dé cuenta.
--¿y será verdad? –piensa.
Félix no puede evitar mirar a Ignacio con una sonrisa pícara. Lleva meses sin tener ningún tipo de sexo y eso le gustaría mucho. Ignacio siente la mirada de Félix. Es muy guapo, le gustaría que lo mirara, que se mostrara interesado en él pero Félix está con esos chicos que se burlan de él. Le parece demasiado hetero.
--ojalá un chico tan guapo como él fuera gay –dice Ignacio.
Pero no cree que tenga esa suerte y menos que Félix esté interesado en él. Ignacio va mirando a Félix pero cada vez que lo mira Félix gira la cara para que Ignacio no se dé cuenta que lo está mirando. Ignacio no es un chico atractivo pero Félix tiene ganas de sentir placer sexual. Es algo que le apetece.
--ojalá sea verdad lo que se dice de él –dice Félix para sí.
A la hora de la salida, tanto Félix como Ignacio van lentos para quedarse solos. Félix tarda en recoger sus cosas. Quiere comprobar si es verdad lo que se cuenta del otro. Ignacio ha sentido las miradas de Félix y, aunque nunca se atrevería a encararlo, quiere ver si Félix quiere algo con él. Como si fuera la cosa más normal del mundo, Félix dice:
--menudo trabajo nos puso el profesor nada más empezar el curso. No sé como lo voy a hacer.
Ignacio mira de reojo a Félix. Es demasiado guapo y le encanta divertirse un rato con él.
--No creo que sea tan complicado.
--pero es que nos pusieron deberes de otras materias, no voy a poder con todo.
--Yo si quieres te ayudo.
Félix va mirando hacia la puerta. No quiere que nadie se burle de él, que puedan sospechar que es gay.
--yo te lo agradecería.
Ignacio siente que se le saltan todas las hormonas. Félix es guapísimo.
--podemos quedar en mi casa.
Félix se acerca a Ignacio. Es un chico guapísimo, causa un fuerte impacto en él. Ignacio no deja de mirarle el trasero a Félix. Éste se da cuenta que ha despertado el deseo en Ignacio. No duda que el chico sea gay y que le gusta él. Ahora espera que lo otro también sea cierto, confía en la discreción del chico y nadie se entere de nada. Félix le da una libreta a Ignacio.
--¿me anotás la dirección?
Ignacio está deslumbrado por Félix, tiene una sonrisa que le derrite. Ignacio se pone nervioso. Nunca pensó en tenerlo tan cerca. Muchos chicos se han acercado para aprovecharse de él y a Ignacio le va bien porque él también se aprovecha de ellos, les saca todo lo que le apetece y Félix es guapísimo. Nunca había tenido a un chico tan guapo cerca. Félix se muestra amable con él. No le interesa nada serio con él pero sí pasar un rato, tener un desahogo.
--Te llamas Ignacio ¿no?
Ignacio siente que le va a dar un infarto.
--sí, pero todos mis amigos me llaman Nacho.
Félix se muestra sonriente e Ignacio se le tiraría encima, quisiera saber si es gay o si como mínimo podrá tener de él lo que le han dado los otros.
--Entonces nos vemos en mi casa como a las siete? –dice Ignacio devolviéndole la libreta.
--si claro pero con todas las cosas que se dicen de ti pues uno no sabe a qué va… supongo que no son verdad nada.
Ignacio se da cuenta que Félix es muy buena persona, se muestra buena onda. No cree que lo vaya a lastimar. Está seguro que si se le ha acercado es por todas las cosas que se dice de él. No cree que sea gay, cree que es por el trabajo pero si un chico tan guapo le deja que le coma la verga pues Ignacio no piensa decir que no.



Félix llega puntual. Por suerte Ignacio vive en un barrio apartado y así Félix sube tranquilo al saber que nadie conocido lo va a ver. Ignacio está solo en casa. Félix está ansioso pero procura mostrarse tranquilo para que Ignacio no se dé cuenta que lo del trabajo no es más que una excusa que lo que quiere es que le coma la verga porque le apetece mucho. Sólo con su primo ha hecho este tipo de cosas y ya hace meses de eso, tiene ganas de volver a vivir esas sensaciones. Félix se muestra amable, educado. Ignacio en bóxers, nervioso.
--te he hecho los deberes, están todos lo que nos han puesto.
Félix los agarra.
--vaya gracias y en ordenador, eso me ahorra mucho trabajo.
Ignacio nervioso le dice:
--Y mi premio?
Félix sonríe con disimulo, sí es cierto lo que le han contado de él. Igual no quiere que se note que le gusta.
--luego te lo tomas ¿y el trabajo?
--ya lo tengo casi acabado… pero eso tiene otro precio…
Ignacio se nota nervioso. Félix le sonríe e Ignacio casi se desmaya. Félix se da cuenta que Ignacio es un pobre diablo que necesita de los chicos y no sabe cómo obtenerlo. A él le pasa lo mismo, Ignacio le gusta para un rato, tampoco para nada serio.
--supongo que no le vas a contar de esto a nadie.
--¡no, te lo juro¡ ¡¡los que han corrido el chisme son los mismos que me la han comido¡
Félix pone cara de sacrificio:
--pues yo te juro que no se lo voy a decir a nadie, me muero si alguien sabe de esto.
Félix es tan guapo, a Ignacio no le importa que sea supuestamente hetero. Le parece un sueño estar con él. Se muestra ansioso. Los dos lo están.
--¿porqué no te sacas la ropa mientras imprimo el trabajo?
--Si claro, si querés nos la chupamos los dos a la vez y así acabamos antes.
Ignacio hace que sí con la cabeza. Siente un placer indescriptible al ver como Félix se va desnudando. Tan guapo, tan peludo. Tan sexy en bóxers.
--¡¡Dios, que bueno estás¡
Félix se hace el enojado:
--no te pases, no somos novios…
--Si claro… ¡esto es un intercambio¡
Félix se saca el calzoncillo. Es hermoso, Ignacio está impresionado. Nunca vio algo tan bello. Es como las mejores esculturas griegas.






















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