martes, 27 de septiembre de 2011

Capítulo 23


Buli y Kim se están besando ardientemente. Kim le tiene demasiadas ganas a Buli, casi lo devora. No lo deja respirar. Buli se deja llevar por el despecho y ambos disfrutan. Vuelven a la realidad por los gritos de la gente, claxon, insultos… Se apartan sofocados.
--Manejo rápido y vamos a mi casa…
Kim tiene cara de depravado pero Buli está enamorado de Rafael y no quiere acostarse con otro tipo sólo por despecho.
--No, no puedo…
Y Kim ya no quiere nada más que acostarse con Buli.
--¿de qué hablas? No te preocupes por la gente. No nos conocen, en mi casa…
Buli no le deja hablar.
--¡para¡
--No me puedes hacer eso, ya me has calentado. Ahora no me puedes dejar con las ganas.
--Tuve una bronca con mi chico y quería estar con un amigo pero no acostarme contigo.
A Kim le gusta mucho Buli. Desde que le ha visto la verga se la ha querido comer pero ahora que lo ha besado no quiere quedarse con las ganas.
--¡Me has besado, no puedes usar y tirarme¡ ¿¿qué te has creído que eres?¡
A Buli no le gusta como le está tratando Kim, se alegra de haberlo parado.
--Mira tío, lo siento. El que me besaste eres tú. Yo no te insinué nada. ¡Para de una puta vez¡
Kim no está dispuesto a poner las cosas fáciles a Buli.
--¡si no te acuestas conmigo le diré a todos en el equipo que eres gay¡
Buli está muy enojado.
--¡eres un mierda, si no estuvieras al volante te partiría la cara¡ ¡¡haz lo que quieras pero jamás me acostaría con alguien como tú¡
Buli está dispuesto a bajarse ni que sea con el auto en marcha. Kim para el auto. Buli baja rápido.
--Espero que algún día podamos hablar tranquilamente –le suplica Kim.
Buli no le dice nada. Huye entre las calles, corre. Llora. Se siente mal, siente que ha engañado a Rafael. No soporta más la situación. Rafael es muy importante en su vida. Siente que ya ha llegado el momento de jugársela. Mira la alianza que fue de Rafael.
--o todo o nada… --dice besándolo.
Llama a Rafael y como no le toma la llamada pues deja un mensaje en su buzón de voz: “si no me llamas ahora rompemos, se acabó” Buli espera ansioso, está seguro que en cuanto Rafael escuche esa amenaza lo llamará de inmediato.

Félix está en su casa. A solas en su cuarto. Tumbado en la cama, con los jeans desabrochados. Está muy exaltado pensando en Buli, en qué lo ha visto.
--¡¡está tan guapo¡
Le excita imaginárselo en la ducha. Saber que él estaba cerca mientras Buli lucía desnudo. Se va masturbando lentamente. Buli le excita mucho. Piensa en el oriental en el que se ha ido. Y Félix ya no está tan convencido que Buli sea hetero. Ha visto algo en cómo se miraban. Le dan celos pero también se excita al imaginarse ese polvo entre el oriental y el negro. Luego, cuando se viene, se queda triste. Le duele que Buli tenga a otro.
--aunque sea gay a mi ni me pela. A mi me debe ver demasiado pequeño.
Félix quisiera estar seguro que Buli es gay para acercarse a él pero no se atreve, además ha sentido el desprecio del guapo negro y no cree que tenga posibilidades con él.







Buli llega a su casa triste. No puede creer que Rafael no lo haya llamado.
--¡Éste cree que se va a acostar conmigo como si nada pero ahora sí se acabó¡
Unas lágrimas deslizan por el rostro de Buli. No quiere vivir sin Rafael pero ya no puede vivir en la sombra. En realidad confía en que Rafael reaccione y le dé un lugar en su vida.

Rafael, por su lado, sale de una clínica con Rudy que se ha roto una pierna y va con bastones. Rafael lo ayuda.
--gracias por venir, no sabía a quién llamar.
--Cuando me llamaste diciendo que habías tenido un accidente casi me muero.
--Te llamé, estaba bien.
--Lo sé pero me preocupé mucho.
--¿en serio?
Rafael lo ayuda a subir en el auto. Rafael es el que maneja. Le agarra la mano.
--sé que nunca me creíste pero eres la persona más importante en mi vida.
A Rudy le emociona la manera en la que lo está mirando Rafael.
--¿hablás en serio?
--sé que nunca te lo pude demostrar pero tal vez ahora no sea tarde.
--No creo que estés dispuesto a dejar tu mundo por mí.
--tú tampoco, pero me puedo inventar un viaje, puede quedarme unos días contigo. Hasta que estés bien, te juro que no busco sólo acostarme contigo.
Los dos se miran con deseo.




Buli lo está llamando, tiene el celular apagado. Buli está muy nervioso. Le deja nuevos mensajes de voz.
--¡hemos roto, si no me buscas le contaré a tu familia que eres gay¡
Buli está desesperado, busca la manera de llamar la atención de Rafael. Nunca quiso aceptar que a Rafael no le importa él. Rafael y Rudy están haciendo el amor, en esos momentos a ninguno de los dos les importa que se acabe el mundo.

Es en la noche, Rafael sale de su casa con una maleta. No es la primera vez que va de viaje de negocios así que nadie sospecha nada. Rafael se queda helado al ver a Buli frente al auto.
--¿¡qué haces aquí?¡
Rafael lo mete en el auto a empujones para que nadie lo vea. Félix en su cuarto siente un escalofrío. Se lleva la mano al pecho. No sabe qué le pasa. Su alma ha sentido a la de Buli y le está avisando pero Félix no se da cuenta de nada. Rafael maneja su auto, Buli está excitado, está convencido que ha logrado su objetivo, que él y Rafael van a hacer el amor. Rafael para el auto.
--¡bajate, no quiero volver a verte¡
Buli no esperaba esa respuesta.
--¿¿qué?
--¡ya lo oíste, me encanta como chingas pero no me compensas lo pesado que eres, no quiero volver a verte¡
Buli queda muy herido. No lo quiere demostrar. Se saca el anillo y se lo tira.
--¡no, el que no te quiere volver a ver soy yo¡ ¡¡hemos terminado, escucha mis mensajes¡
Buli baja del auto, confía en que Rafael recapacite pero no es así. Rafael se siente aliviado y se va. Lo deja solo y abatido.

Días después… Buli no ha vuelto al equipo. Eso tiene mal a Kim y sobretodo a Félix que se sentía feliz porque al fin lo tenía controlado. Félix ya no vuelve al campo. Decide dejarlo porque le deprime mucho cada día que va y no lo ve. Se queda triste.

Buli ha entrado en una depresión desde su ruptura con Rafael, no lo ha encajado. Se la pasa de bar en bar. Ha descuidado su trabajo, sus obligaciones. No esperaba que en serio Rafael no volviera a buscarlo. A la salida de un bar, se topa con Rafael y Rudy. Rudy camina con bastones y Rafael lo apoya amorosamente. Ver a Rafael tan cariñoso con otro hombre da mucha bronca a Buli. Se da cuenta que Rudy lleva ahora el anillo que él le devolvió a Rafael. Se pone como loco pero está borracho. Rafael lo ignora.
--¡quita, borracho¡ ¡¡llamaré a la policía¡
Los amantes siguen caminando dejando muy triste a Buli. El negro decide seguir yendo de bar en bar.

Llevado por la nostalgia, Félix va al bar en donde conoció Buli. El negro llega hasta allá pero no dejan pasar porque está demasiado borracho. Lo echan de malos modos. Félix se hace cargo de él.
--Yo me ocupo de él, somos amigos. Sé donde vive.
A Félix le impresiona ver a Buli tan mal. El negro reconoce a Félix y le sonríe pícaro. Félix casi se muere.
--¿me llevas a mi auto?
Félix cree que debe estar soñando pero le preocupa el estado de Buli.
--¿viniste en auto?¿¡cómo vas a manejar así?
--Sabes manejar.
--No tengo licencia pero sí.
--Llevame a mi casa. No quiero tomar solo.
Félix está muy excitado, le parece un sueño lo que está viviendo.

Entran los dos en la casa de Buli. Buli se ve muy borracho pero no parece que no sepa lo que hace.
--¿¡qué tomas?
--Lo mismo que ti.
Se sientan en el sofá con unas cervezas, Buli está despechado como nunca y siente el deseo de Félix que es enorme. Lo besa y Félix casi se desmaya. Es su sueño hecho realidad.
--vamos a mi cuarto, estaremos más tranquilos.

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