martes, 27 de septiembre de 2011

Capitulo 21




Rafael se abrocha los pantalones. Rudy le pregunta:
--¿y ahora qué? ¿tendré que soportar que te sigas acostando con cualquiera? ¿tengo que aceptar que sólo te interesa el sexo?
Rafael se sienta en su butaca.
--tengo trabajo, te tenés que ir.
Rudy se lleva las manos a la cabeza.
--¡sos un canalla, siempre hacés lo mismo¡ ¡¡es que no sé porque caigo en tus brazos una y otra vez¡
Rafael se siente irresistible, sabe que Rudy no le puede decir que no y eso le gusta.
--porque te gusta acostarte conmigo, ¿porqué te gusta darle vueltas a las cosas? Eres igual a…
Rafael iba a mencionar a Buli pero se calla. Rudy queda atormentado por los celos. Golpea la mesa.
--¿¿¡cómo quien? ¡¡tu amante¡ ¿o te acuestas con más de uno?
Rafael no lo mira a los ojos y eso es algo que le duele mucho a Rudy.
--No me hagas un escándalo, ya te he dado lo que has venido a buscar. Ahora vete.
Rudy golpea con fuerza la mesa.
--¿¡y si ahora salgo y cuento a todos que nos hemos acostado juntos?¡
Rafael sonríe desafiante.
--Nadie te va a creer.
Rudy va hacia la puerta.
--Pero el rumor te va a hacer daño, ¿crees que a tu cuñada le dará igual lo que yo le diga?
Rafael se levanta. Lo mira amenazante.
--¡no te atrevas¡
Rudy y Rafael se miran con rabia.
--¿qué querés, plata?
Dolido, Rudy le contesta:
--No entendiste nada. Yo no quiero otra cosa que amor. Yo te amo a ti pero no soporto ser un segundo plato.
Rafael acaricia las mejillas de Rudy:
--Nunca un hombre me hizo sentir lo que tú.
--pero me amás?
Rafael se siente incómodo.
--¡Esas cosas son de maricones¡
--No debí volver, sólo me puedes ofrecer sexo. No tienes nada más que ofrecer y eso no es lo que quiero yo.
A Rafael no le gusta el tono despreciativo con el que le habla Rudy.
--pero siempre vuelves, por algo será.
Rafael quiere besarlo para sentir que lo domina pero Rudy se aparta de él. Lo mira con dureza.
--Ahora sí te juro que no nos volveremos a ver.
Rafael traga saliva. Rudy es el único hombre al que le dolió perder, le gustaría volver a verlo pero por otro lado le da miedo que le haga hacer algo que delate su homosexualidad. Y aunque le duele verlo irse enojado no hace nada para retenerlo. Le pone un mensaje a Buli. Verlo le hará bien, descargará todo lo que lleva dentro.

Félix sigue con su vida triste. Tiene sexo de vez en cuando, ya no se ve con Ignacio pero nunca le dice no a Álex y a Chipola. No se siente bien después pero no los puede rechazar. Además la raza negra le hace sentir algo especial, le gustaría acostarse con un negro una vez más pero más le gustaría que fuera Buli. Está seguro que lo de Buli es amor, que no es sólo sexo, que no es sólo porque sea negro. Está convencido que Buli es hetero, imagina que se debe divertir en brazos de otro pero no que da placer a su padrastro. Lo que más quisiera es almenos verlo. Hace 3 meses que no ve a Buli. De repente lo ve.
--¡que alegría, me gusta este macho¡ --dice para sí.
Están en la calle, el uno frente al otro, Félix baja y Buli sube. Van a pasar el uno por el lado del otro. Félix está vibrando.
--¡sí está más guapo que nunca¡ --va pensando.
Buli tiene algo especial. Todos los negros le parecen igual menos Buli, es al único al que reconoce. Se van acercando, Félix está cachondo.
--¡es un hombre impresionante, es sin duda el hombre más guapo de la ciudad¡ --va pensando Félix.
Tenía muchas ganas de verlo, es todo un impacto para Félix. Lo ve más guapo, más fuerte, más musculoso. Félix se pone las manos delante ya que se le ha puesto bien dura y le da vergüenza que alguien se dé cuenta. Buli lo mira de reojo con desprecio y a Félix le sabe mal.
--¿se habrá dado cuenta que me la ha puesto palo? –piensa Félix sofocado.
Buli piensa que el chico es un pervertido y le molesta su presencia. Félix tiembla al pasar por el lado de ese chico tan guapo. Se lo queda mirando. No tiene buen culo, lo tiene aplastado. Buli se gira y lo mira molesto. No le gusta que le esté mirando el culo. Félix se corta y no se atreve a mirar más. Está muy cachondo. Buli le gusta mucho. Siente que va a enloquecer de placer.
--¡Daría la mayor parte de mi vida por chingar con él¡
Pero está seguro que no es sólo sexo, que está enamorado de Buli.
--¡Tengo que volver a verlo¡
Le gustaría poder encontrarlo en el bar, en el lavabo pero tampoco quiere que piense que es un pervertido. Se ha quedado paralizado por la bella escena que ha visto. No se ha atrevido a seguirlo pero ahora se arrepiente. Buli iba a con una bolsa de deporte muy grande.
--debe ir a un gimnasio… ¡porque no lo seguí¡ ¡pagaría por verlo desnudo en la ducha¡
Félix sabe que hay un gimnasio cerca.
--¡seguro que va allá¡ ¡¡me tengo que anotar¡
Félix se imagina a Buli desnudo en el vestuario y eso hace que no se le baje la erección. Tiene ganas de masturbarse pensando en Buli pero se le ocurre algo mejor. Llama a Ignacio, hace meses que no se encuentran en la intimidad y a Ignacio le encanta.
--Tengo problemas con el trabajo, ¿nos vemos?
--si claro, nos podemos ver ahora.
Félix va a ver a Ignacio con cara de lobo hambriento, sabe que le va a costar mucho disimular que no le gusta pero necesita descargar. Se queda desnudo, relajado en la cama de Ignacio, con una sonrisa de placer que no puede disimular. Piensa en Buli y goza mucho. No puede evitar emitir unos jadeos. Ignacio le saca toda la leche, Félix se empieza a vestir. Le cuesta ocultar su satisfacción.
--ahora no podés negar que gozaste.
--¡claro que no, no inventés¡
Félix se hace el enojado pero a Ignacio le gusta mucho poder disfrutar de la verga de Félix. Éste llega a su casa por la cocina, está muy contento y no se quiere enfrentar a Justina. Igual la oscuridad de la casa no tarda en entristecerlo. Se acerca a Rafael que está leyendo el diario. Le quiere decir que se quiere anotar a un gimnasio, claro que lo le dirá que es para ver desnudo a un guapo negro que le encanta.





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