ESTO NO ES UNA TELENOVELA REAL, QUE NADIE SE CONFUNDA. ES UNA HISTORIA IMAGINARIA CREADA POR MI. LAS PERSONAS MENCIONADAS INSPIRAN LA HISTORIA, NO PARTICIPAN EN ELLA. CON ESTA NOVELA ME HE QUERIDO DAR LAS GRACIAS AL ACTOR PABLO MARTINEZ POR LOS BUENOS MOMENTOS QUE ME REGALA SU PERSONAJE EN SUPERTORPE
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Capitulo 13
Rafael y Félix bajan la cabeza con culpa ante el interrogatorio de Justina. La mujer se muestra muy dura ante ambos esperando una respuesta. Félix y Rafael se miran sin saber qué decir. A Félix por un lado le gusta no ser el único que le tiene que dar explicaciones a su tía y por el otro lado le enoja que su padrastro se deje dominar de esa manera.
--contestá vos primero –Rafael.
Félix murmura, balbucea. No sabe qué decir pero ahora Félix no es lo que más le preocupa a Justina. Justina se muestra dura, implacable. Ve en la mirada de su cuñado que éste se ha interesado en alguien. Jamás pensaría que es un adolescente. Mira con dureza a su cuñado.
--¡No, ahora quiero saber qué hiciste vos¡ ¿porqué estás tan contento? ¿¡Quien estuvo hoy en la oficina para que llegués a la casa con esa sonrisa¡
Se muestra oscura, enojada, fría pero por dentro está ardiendo porque le gusta mucho su cuñado y le da rabia que pueda estar interesado en alguien. Félix sonríe. Le duele que Rafael no saque nunca la cara por él y que ahora sea él quien tenga que responder ante su amargada cuñada aunque como siempre no soporta que Justina les obligue a estar a todos amargados. Igual está contento porque él puede zafar.
--con permiso… --dice Félix.
Rafael le agarra del brazo:
--venite para acá.
Justina da un empujón a Félix:
--¡subí a tu cuarto, me imagino que no estás haciendo nada que enoje la memoria de tu santa madre¡
Y a Félix se le borra la sonrisa del rostro. Se encierra en su cuarto y llora. No soporta sentirse presionado, que Justina le recuerde constantemente que no quiere que sea gay y que lo juró a su madre en su lecho de muerte. No puede evitar llorar pero Buli le hace sentir menos triste. No se puede enfrentar a su familia pero es gay y le gusta ser gay. Le gusta tener sexo con otros hombres, le gustó acostarse con ese negro. Le gustaría vivir todas esas cosas con Buli. Le gustaría vivir la vida a su lado. Siente que por Buli se atrevería a enfrentarse a toda su familia. Estar en esa casa lo amarga pero pensando en Buli no se siente tan mal. Se queda tumbado en la cama, con una sonrisa en los labios acariciando cada momento en los que ha visto a Buli. Suspira. Su corazón late con fuerza. Está deseando volver a verlo y es que cada día es una esperanza nueva. El deseo que pueda pasar algo entre ellos por mínimo que sea.
En la puerta, Rafael no sabe como zafar de su cuñada. Siempre recuerda entrar con pose de amargado pero León lo he puesto demasiado excitado y se le ha olvidado. Justina se enfrenta a Rafael.
--¡espero que vos tampoco estés haciendo nada que ofenda la memoria de tu esposa¡
Rafael no tiene ninguna intención de volver a meter una mujer en su vida aunque sí se acostará con todos los hombres que pueda. Ese es un secreto que ni quiere ni puede compartir con nadie. Entra en la casa. Se pone una copa. Se hace el enojado.
-Justina, eso que estás insinuando es muy feo.
Y hasta finge que llora.
--¡a mi Feli la lloraré toda la vida¡
Y Justina lo abraza para consolarlo, en realidad lo que quiere es tocarlo. Le excita mucho.
--perdoname, es que no soportaría verte con otra mujer y te vi tan contento…
Justina no soportaría ver a Rafael con otra pero por ella, no por su hermana.
--hice un buen negocio, por eso estaba contento.
Y Justina se queda tranquila. Rafael le parece tan sensual, tan atractivo que él tampoco le cuesta mucho dominarla.
Comienza un nuevo día. Félix no encuentra a Buli ni a ninguno de los negros en el bar de frente a su escuela y eso lo deprime mucho. No comparten todas las asignaturas con Ignacio. Eso le permite inventar un trabajo urgente. Lo que quiere es tener una excusa para hacerle una mamada a Ignacio que alivie su frustración. Se encuentran esa tarde en casa de Ignacio. Ignacio en su escritorio, Félix se arrodilla y se lanza sobre la entrepierna. Le devora la verga con ansiedad. Ignacio le acaricia la cabeza a Félix.
--¡así, muy bien…¡ ¡¡pero no tan rápido¡ --jadea.
Félix pareciera que se la va a arrancar. Ignacio se viene en su boca. Félix escupe la leche de Ignacio en el piso. Es la primera vez que la ha tenido le leche en la boca y eso tiene muy contento a Ignacio. Además está seguro que Félix disfruta chupándosela.
--¡¡con lo rápido que la chupas cualquiera diría que no te gusta¡
Félix le da un empujón. Se muestra molesto para que no descubran su secreto.
--¡no te pases, no me ofendas¡ ¡¡es para acabar antes, me das asco¡
Félix se muestra violento:
--¡mamamela ahorita que me quiero ir, no soporto estar contigo¡
Y cada vez le cuesta más fingir que no está disfrutando cuando le gusta lo que hace. Félix se va tan deprisa que se le olvida el trabajo. Ignacio sonríe. Tiene una excusa para hablar con él.
Félix regresa a su casa relajado pero está frustrado porque no ha visto a Buli. Le da pena pero así llegará a su casa triste y no tendrá que soportar los reclamos de su tía. Pasa por un parque, el que está junto a su escuela Se hace pis y aprovecha para ir al lavabo del parque. Justo el mismo en el que estuvo Buli. Félix se está alejando de los lavabos. Su corazón late de prisa ¡Buli va hacia él¡ Sólo eso ya hace estremecer a Félix pero es que además el guapo negro va directo al lavabo. Félix se pone cachondo. Siente que el corazón se le va a salir por la garganta. No puede creérselo. Buli le gusta mucho. Félix se para, hace como si estuviera mirando su celular. Buli pasa por su lado. El negro lleva los jeans caídos, se le ven los calzoncillos. Como es imposible que Buli pueda saber que acaba de estar y le tiene demasiadas ganas, Félix lo sigue. Son tres urinarios y Félix ya sabe que no podrá hacer pis a su lado. Él se pondría en medio para verle la verga pero le parece demasiado descarado. Su sorpresa no tiene límites al ver que Buli está en el medio. Eso enciende la imaginación de Félix y desata sus hormonas.
--Le debe ver igual que le vea la verga o a lo mejor es lo que quiere –dice Félix para sí.
Félix se coloca al lado del negro que lo mira con muy mala cara. Lo mira con cara de pensar que es pervertido. Se da perfecta cuenta que el chico lo único que quiere es verle la verga y le reclama eso con la mirada. Es una mirada dura y a Félix le entristece. Igual Félix está muy caliente porque Buli le parece muy guapo y con su verga en las manos le parece muy sexy. Félix está ardiendo al lado de ese negro que lo tiene loco.
--¡que guapo es¡ --dice para sí.
Tiene la verga muy bien agarrada, sólo se ve su negra mano pero eso ya lo pone cachondo. Cuando Buli se la sacude le ve su negro capullo. Félix está como loco. Aunque no ha logrado vérsela ya le conoce la medida. Le calcula unos 10 centímetros de verga. Ni tan grande como de la de su amigo ni tan pequeña como la de Madi. El negro se va, se ve enojado. Félix sabe que ha descubierto sus intenciones, que no es cuestión que lo vuelva a seguir si no quiere meterse en un lío ya que el negro no es receptivo. Igual está contento con haber hecho pis a su lado. A Buli le ha molestado la mirada de Félix piensa lo peor de él y eso a Félix le entristece.
--No lo volveré a seguir, igual si se la agarra tanto no se la veré.
Pero es que tampoco quiere que crea que es lo único que le interesa de él. Buli le gusta mucho. Igual ese día está cachondo. Se masturba en el urinario en el que ha estado Buli. Le gusta hacerlo en ese lugar en donde ha estado la verga del negro.
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