martes, 27 de septiembre de 2011

Capitulo 26




Han pasado varias semanas desde que Félix se acostó con Buli. Buli no ha vuelto por el bar ni por el campo de futbol, Félix no ha vuelto a saber de él. Se ha apagado, ya no le interesa nada, ni el sexo, después de estar con Buli no quiere que nadie borre esas huellas… Rafael lo ve tan deprimido. Trata de acercarse a él. Félix va a la escuela, Rafael se le acerca en el camino.
--esperá, Felix…
Félix parece como un autómata. Sus ojos han perdido vida. Rafael es cariñoso con él.
--No te felicité por tu cumpleaños.
A Félix le da igual todo.
--Nunca me felicitaste.
Rafael le pone las manos en las mejillas:
--Ya sabes que a tu tía no le gusta las fiestas. Es mejor no contrariarla.
--si, tranquilo. Da igual.
Rafael no soporta ver a Félix tan triste.
--¡no da igual, hoy cumples 18 años¡ ¡¡esto hay que celebrarlo¡ Ahora que llegan vacaciones Estefanía vendrá a pasar unos días, como también es su cumple podremos hacer una fiesta conjunta…
--la tía no va a querer.
--No la haremos en la casa.
Félix no dice nada. No le interesa celebrar nada, siente que no tiene nada que celebrar.
--llego tarde a clase.
Félix de da la vuelta, Rafael lo agarra del brazo.
--Rafael, voy a llegar tarde.
--Yo te llevo.
Van en el auto de Rafael, Félix mira por la ventanilla para no tener que hablar con su padrastro. En un semáforo, Rafael pone su mano en el muslo de Félix muy fraternal.
--Porque tan triste?, tienes algo que contarme
Félix no lo mira a los ojos.
--No, no me pasa nada.
--Mirame, por favor.
Félix se gira. Mira a Rafael con tanta tristeza que a éste le duele en el alma. Rafael le pone las manos en las mejillas:
--Si me quieres contar algo en confianza.
Félix duda unos segundos. Le gustaría contarle a Rafael que es homosexual, que no se quiere ocultar pero piensa que no tiene sentido. Buli lo ha dejado demasiado herido, sabe que no volverá a pasar nada con Buli y no quiere que pase con ningún otro.
--todo bien.
Para tratar de animarlo, Rafael le dice:
--Te invito a cenar esta noche para celebrar tu cumpleaños.
--¿vos y yo solos? Un poco aburrido ¿no? –dice Félix sin ganas.
Félix no quiere estar a solas con su padrastro porque no quiere hablar con él.
--podemos invitar a un amigo mío. Te caerá bien.
Félix no dice que no, pero tampoco dice que sí.

Esa noche, Rudy y Rafael llevan a Félix a un Mcdonals. Félix no imagina que está ante el amante de su padrastro. Rudy siente que su relación con Rafael se va oficializando, Rafael está contento porque ha logrado hacer contento a Rudy pero Félix, el cumpleañero, no hay manera que sonría. Rudy y Rafael le hacen caros regalos, un celular de última generación, ropa cara pero a Félix nada de lo material le importa. Rafael le trae un pastelito con una vela.
--apaga la vela y pedí un deseo.
Félix cierra los ojos. Piensa en Buli. Tener algo con él ya le parece algo imposible incluso para desearlo, se conforma sólo con:
--verlo una vez más –piensa.
Ese es su deseo. No lo ha vuelto a ver desde que se acostaron juntos. Le duele que lo haya despreciado y le duele no verlo.


Al día siguiente, Félix va al bar en donde conoció a Félix. Suele ir con la ilusión de verlo. Tenía la esperanza que su deseo se cumpliera. A quien sí ve es a Madi, uno de los negros que conoció en ese bar. Se le ven muchos los calzoncillos, de un color gris verdoso. Félix se lo queda mirando. Esta triste pero sus hormonas reaccionan con esa visión. Félix se siente herido, no quiere estar con un hombre. No ha querido saber nada ni de Ignacio ni de ninguno otro pero siempre los negros han sido especial para él. Le pone cachondillo ver a Madi y no se mueve de su lado. No quiere estar con nadie si no es Buli pero igual no le molesta deleitarse los ojos. Se masturba casi a diario y lo hace pensando en negros, ahora tiene una imagen nueva que recordar cuando se masturbe esa noche. Lo que le duele es que Madi lo mire con mala cara. Félix es un chico triste, su vida sexual es nula pero no está muerto en ese sentido. Después de comer se encierra en su cuarto, se masturba pensando en Madi. Eso lo relaja. En la tarde sale porque necesita comprarse un libro. Se encuentra cara a cara con Buli. El negro va con una chica que no deja de hablar. Buli la escucha con fastidio. Buli es guapísimo, Félix vuelve a sentirse vivo. Su deseo se ha cumplido. Buli guapísimo en jeans. Félix se pone contento. Buli es muy sexy, Félix pasa por su lado y se le pone dura. Buli lo mira de reojo. No le dice nada. Félix está ansioso. Está enamorado de Buli, tiene ganas de gritarlo. Está feliz de haberlo visto pero en la noche llora porque Buli no le ha dicho nada. No le es indiferente porque lo ha mirado pero después de acostarse juntos sólo lo ha mirado de reojo y eso lo tiene triste. Le duele.

Guilherme Bernard es Madi




Ricardo Nkosi es el otro negro.

Comienza un día más, ver a Buli ha puesto cachondo a Félix. Está ansioso. Vuelve al bar con la esperanza de verlo sino a algún negro que le ponga cachondo. Ve a un negro guapísimo que no había visto nunca. Lo de de pie, está buenorro, tiene buen culo. Félix está caliente. Ese negro le enciende.
--¡que macho¡ --dice para sí.
El que sea negro hace que le vengan fantasías. Esa noche de masturbará pensando en que se la come. Le gusta verlo, le excita, le gusta como fantasía, para excitarse, para tener imágenes con las que calentarse. El negro va al lavabo y Félix lo sigue. Le gustaría verle la verga para ponerse más caliente pero no está en sus planes acostarse con él. Buli lo ha herido de muerte y no quiere estar con nadie más. Se conforma con mirar, con deleitarse de un guapo negro y ese un buen ejemplar. El negro está sentado con una chica de larga melena, se veían cariñosos. Félix estaba seguro que era la novia y al pasar por su lado, Félix se da cuenta que la chica en cuestión es un chico. A Félix le excita pensar que ese negro sea gay pero igual tiene claro que quiere disfrutar del sexo en solitario. Que le gustaría verle la verga para poderse masturbar pensando en él pero quiere que Buli sea el último hombre en explorar su cuerpo. No tiene suerte, el guapo negro se encierra en el lavabo. Félix se resigna.


Félix llega a su casa caliente. Se masturba pensando en el negro que ha visto, se masturba imaginando a esos dos chicos chingando. Ver a uno de esos negros es lo único que le da placer, que le hace sentir menos mal. Tiene claro que es gay y aunque no quiera estar con otro hombre tampoco lo quiere ocultar. Decide hablar con su padrastro. Entra sin llamar en el dormitorio de su padrastro. Rafael sale de la ducha, está totalmente desnudo.
--perdona, no te quería molestar.
Rafael se está secando la cabeza con la toalla.
--pasá, tranquilo. Decime.
Félix se muestra tímido:
--No te quería molestar.
Rafael tira la toalla. Se queda desnudo. Se muestra cariñoso con Félix.
--no, por favor. Pasá. Eres como mi hijo, nada me gustaría más que me contaras tus cosas. Sentate.
Pero Félix prefiere quedarse de pie.
--te quería decir algo y si no lo digo ahora voy a reventar.
--si claro… decime.
--soy gay.
A Rafael se le borra la sonrisa del rostro pero lo trata con cariño.
--A mi no me importa pero sabes que no puedes salir del armario. Puedes estar con quien quieras pero que nadie se entere.
A Félix le duele que Rafael le diga que se tiene que ocultar pero le gusta que no lo rechace, que lo trate con afecto.
--No soy virgen pero ahora no estoy con nadie.
Rafael acaricia a Félix:
--el sexo es maravilloso, no te tenés que frustrar, acóstate con quien quieras pero que nadie se entere.
--pero…
Rafael no lo deja seguir. Le da un beso.
--jurame que tu tía nunca lo sabrá, a mi me podés contar lo que quieras pero a tu tía no.
Félix lo abraza. No sabía que pretendía de él pero almenos por primera vez alguien lo comprende y eso lo siente bien.

En ese mismo momento, Buli está en su casa. Entra en una habitación, están fornicando como bestias el negro y el chico que Félix vio esa mañana en el bar.
--¡Buli, tío¡ ¡largo¡ --jadea el negro.
--perdona Oscar, pero es que no podía esperar, ¿qué pasé con el chico que te dije?
--sí, me siguió… ¡largo… ¡
Buli se sentía mal por cómo trató a Félix, quería pensar que no lo interesaba sólo por negro y es por eso que mandó a su amigo para que probara a Félix, el que Félix lo siguiera para Buli es la prueba que Félix se acuesta con cualquier negro, que eso es lo único que le importa de él. No sabe bien porque pero a Buli le duele que Félix le mintiera cuando le decía que era especial para él.
--¡lo sabía¡ --dice con rabia.
Desde su ruptura con Rafael, el trago es lo único que lo calma. Agarra una botella y no para hasta que la vacía.

Días después… Estefanía está en casa. Se prepara para su cumpleaños. Su hermano la acompaña de compras. Ella cruza deprisa, quiere vaciar todas las tiendas. Está algo distraída aunque cruza en verde. Félix la sigue con fastidio, más despacio. De pronto una moto sale de la nada y atropella a Estefanía. Félix corre hacia su hermana. Se da cuenta que está muerta, se enfrenta al conductor de la moto que no lleva casco y está borracho. Es Buli. Félix está desesperado.

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